Seguro que a varios de ustedes ya les pica el bichito de juntar sus propias lucas, ya sea para ahorrar, para comprarse esa polera que tanto les gusta, o para ayudar en la casa. ¡Es súper válido! Y quizás algunos ya están metidos en algún trabajo part-time o están pensando en buscar algo. ¡Felicidades por la iniciativa!
Pero, ojo, que meterse al mundo laboral siendo estudiante en Chile tiene sus cositas. Hay leyes que nos protegen, horarios que se deben respetar para que no nos afecten los estudios (¡la prioridad siempre es el colegio!), y ciertos trabajos que son más comunes para nuestra edad. ¿Se han fijado cuáles son?
¡Aquí les dejo algunos de los trabajos típicos que vemos entre los adolescentes en Chile!
- Reponedor/a en supermercados o tiendas: ¿Quién no ha visto a alguien de nuestra edad ordenando los productos en los estantes? Es un clásico para empezar a ganar experiencia y plata.
- Ayudante de cocina o garzón/a en restaurantes o cafés: Si te gusta el ambiente de la comida y el movimiento, esta puede ser una buena opción. ¡Además, a veces te llevas propina!
- Promotor/a de eventos o productos: A veces vemos a jóvenes entregando folletos o mostrando productos en ferias o centros comerciales. ¡Ideal si eres extrovertido!
- Niñero/a (babysitter): Si te llevas bien con los más pequeños, cuidar niños puede ser una forma flexible de ganar dinero, sobre todo en las tardes o fines de semana.
- Clases particulares o tutorías: ¿Eres crack en alguna materia? Puedes ayudar a compañeros más chicos o incluso a niños de primaria. ¡Y así repasas tú también!
- Trabajos online: Con el auge de internet, hay opciones como encuestas pagadas, creación de contenido básico, o incluso ayudar con la administración de redes sociales si eres bueno en eso.
- Empaquetador/a en supermercados: Aunque a veces es voluntario, en algunos lugares pagan por ayudar a empacar las compras. ¡Una forma rápida de hacer unas monedas!
Es importante saber que, si tienes entre 15 y 17 años, necesitas un permiso de tus padres o tutores para trabajar, y hay límites en las horas que puedes trabajar (¡máximo 30 horas a la semana y no más de 8 horas al día!). La idea es que el trabajo no interfiera con tus estudios ni ponga en riesgo tu salud o desarrollo.
Y aquí es donde vuelve a tomar importancia el 1 de mayo, el Día del Trabajador. Quizás ahora algunos de estos trabajos les parezcan sencillos, pero piensen que las condiciones laborales justas por las que lucharon muchas personas en el pasado son las que nos protegen hoy en día, incluso en estos trabajos de “entrada” para los jóvenes. Tener un sueldo justo por las horas trabajadas, un ambiente de trabajo seguro, y el respeto de nuestros derechos son cosas que no siempre existieron.
Así que, si están pensando en trabajar o ya lo están haciendo, infórmense bien sobre sus derechos como trabajadores jóvenes en Chile. Y la próxima vez que sea 1 de mayo, recuerden que ese feriado tiene una historia de lucha por un trato justo en el mundo laboral, algo que nos beneficia a todos.